domingo, 1 de diciembre de 2013

El Orden Natural De Las Cosas

¿BIG BALL?


Sucede muchas veces que el ser humano en su afán por mostrarse superior a los demás intenta llegar a un fin de la manera más difícil. Es la búsqueda por encontrar un camino nuevo a la gloria, un camino que te diferencie de los demás y te haga eterno. Pero sucede que esa excelencia buscada no se puede forzar, la excelencia surge como naturalidad del orden de factores extraordinarios.

Esto último lo podemos ver con el Dream Team de Barcelona 92 o en otros ámbitos como el futbolístico con el Barça de las 6 copas. Estos equipos fueron gloriosos porque amontonaban grandes cantidades de talento bajo un orden en el que todos sacaban lo mejor de sí mismo.
Y la pregunta es: ¿Qué tiene que ver todo esto con los Pistons?

Big Ball

Resulta que esta temporada los Detroit Pistons están intentando llevar la contraria a toda la liga queriendo imponer un estilo antagónico a la corriente que domina el baloncesto actual. Quieren usar un estilo de juego que aglutina tres hombres grandes en el juego interior (el llamado Big Ball). Como mencionaba antes, si quieres innovar y llegar a la gloria deberás sacar lo mejor de cada uno. Y resulta que los hombres grandes adoran tener espacio, ya sea para poder encarar con comodidad, para que ninguna mano inoportuna les robe el balón o para simplemente no tener esa ansiedad que se apodera de ellos cuando el balón se juega por debajo de su centro de gravedad entre multitud de piernas. Con lo cual es evidente que saturando la pintura con tres jugadores grandes ninguno se va a sentir cómodo, ergo nadie va a sacar lo mejor de sí mismo. Digamos que en ese ascensor que es la pintura no hay aire para los tres.

Resulta que cuando falta el aire alguien se tiene que bajar del ascensor, lo que en este símil significa abrirse hacia la  línea de tres puntos. Con lo cual ya tenemos que uno de esos hombres no va a poder desplegar su juego, es decir ya hemos sufrido la primera baja en esta guerra que es llegar a la gloria. Porque si contratas a un soldado de infantería está claro que no es lo más inteligente darle un rifle de francotirador. 

Pero la problemática no acaba ahí. Cada uno de los tres hombres grandes tiene un problema: uno es una bestia sin fundamentos (AD), otro es la clase personificada con grandes conceptos para jugar al baloncesto pero le falta carácter e intensidad (GM) y el último es un punto intermedio de los dos anteriores (gran físico y buenos movimientos) pero la falta el IQ necesario para poder explotar sus habilidades (JS). Y a parte de estos defectos y virtudes todos comparten un defecto: no tiran bien. 

Temporada 13-14

Parece claro que hará falta una solución genial para que funcionen todos o una muy sencilla. Dicho problema recuerda mucho al acertijo del “el lobo, la cabra y la col”, en dicha adivinanza un pastor debía trasladar de un parte a otra del rio estas tres cosas en su barca pero sólo podía llevar una cada vez que cruzaba, con la problemática de que no podía dejar al lobo con la cabra porque este se la comía y no podía dejar la cabra con la col porque esta se la comía. 
Pues en Detroit ocurre algo parecido con nuestros tres interiores: Monroe, Drummond y Smith:


  • No se puede dejar a Smith y Drummond en la pintura porque no hay tiro ni anotador interior regular. Y para colmo ambos dejan bastante que desear lanzando desde la línea de tiro libre.
  • No se puede dejar a Monroe con Drummond porque ambos viven en la misma zona de la pintura (hasta que Monroe pruebe que puede vivir más lejos) y la inofensividad de Drummond deja a Monroe en inferioridad contra sus defensores.


Pero a diferencia del acertijo, en Detroit la solución es sencilla y no requiere varios viajes en barca. Es tan sencilla como poner un alero de verdad y dar consistencia a la pareja interior Smith-Monroe y buscarle un compañero tirador a Drummond, que salga con él en la segunda unidad, que le deje libre la pintura para que él se dedique a lo que mejor sabe a hacer: meter para abajo todo lo que caiga en sus manos. 

"El Pastor"
Lo malo es que a diferencia de la fácil solución del acertijo, nuestro pastor, Cheeks, se empeña en buscar la manera más difícil que le lleve a la gloria sin darse cuenta de que al final del camino que está trazando ni hay gloria ni hay futuro, sólo una hoja de despido y un hierro candente para grabar la palabra fracaso en su frente. 

Artículo escrito por uno de nuestros habituales colaboradores @RubenMtnz .

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