Repasamos el historial de lesiones de un jugador que parecía destinado a marcar una era en la NBA pero que las lesiones le impidieron llegar a lo más alto.
En la temporada 1999-2000 Grant Hill acaba contrato con Detroit, así que se esforzó al máximo en anotar llegando a los 25.8 ppp. A una semana de empezar los playoffs, Hill sufrió un esguince en su tobillo izquierdo descansando los 3 partidos de temporada regular que restaban pero jugando los playoff contra Miami. Esta puede ser la peor decisión que ha tomado Grant en su vida deportiva, porque en el segundo partido el ligamento deltoideo (que une la cara interna del tobillo al pie) se seccionó parcial produciendo una fractura por avulsión (la tracción del ligamento rompe una parte del hueso) teniendo que ser intervenido quirúrgicamente el 28 de Abril para reparar el maléolo tibial (hueso de la cara interna del tobillo)
Tal y como comenté en el artículo que escribí sobre el tendón de Aquiles, las lesiones ligamentosas aparecen más si ya has tenido una lesión previa. Si no cumples el tiempo necesario de rehabilitación de un esguince este se cronificará, lo que significa que es muy difícil que se cure. El ejemplo actual que se me viene a la mente es Stephen Curry, que no descansó el tiempo necesario y esta recayendo constantemente en pequeñas lesiones y suele jugar con molestias.
Pese a estar en plena recuperación de su operación de tobillo, Hill firmó un buyout de 93 millones por 7 años (el último opcional) para ser enviado a Orlando a cambio de Ben Wallace y Chucky Atkins. En Florida se uniría a Tracy McGrady, que también acababa de fichar como agente libre. Tras 6 meses de baja, Hill reapareció en las canchas el 31 de Octubre. Tras 4 partidos, se resintió de sus dolores en el tobillo izquierdo que le impidieron jugar durante 6 semanas. Finalmente se optó por una reintervención quirúrgica y dar por finalizada la temporada para él, operándose el 31 de Enero de 2001. Todo ello no impidió que fuera elegido por los aficionados para el All-Star aunque su ausencia estaba asegurada.
La temporada 2001-2002 parecía destinada a ser el nuevo comienzo de Hill. Jugó los 14 primeros encuentros con unos decentes 16.6 puntos, 8.9 rebotes 4.6 asistencias y 5 dobles-dobles. Pero a finales de Noviembre comenzó a sentir un dolor muy intenso en su tobillo izquierdo. Tras hacerle una radiografía, los médicos encontraron un espolón óseo que tuvo que ser eliminado en el quirófano. Otra temporada se acababa antes de tiempo para el tejano.
Hill trabajó durante el verano para volver a rendir al máximo, pero las sensaciones no eran las de antes. Jugó 29 encuentros hasta que a mediados de Enero tuvo una fractura del hueso calcáneo (hueso del talón) del pie izquierdo que volvía a mandarle al quirófano y a perderse el final de la temporada por tercer año consecutivo. En esta cirugía no solo se repararía el talón si no que se colocaría unas férulas internas (las típicas placas metálicas con clavos) en el tobillo para enderezar y alinear correctamente la articulación. En el quinto día postoperatorio, Grant Hill empezó a tener fiebre muy elevada, convulsiones e hipotensión. Rápidamente es intervenido de urgencia para extraerle las férulas, que estaban contaminadas por una cepa de estafilococo aureus meticilin-resistente (SAMR).
El aureus es una de las bacterias más comunes de la corteza terrestre, forma parte de la flora cutánea habitual de la piel y en mucha gente en la mucosa nasal, pero también en el suelo, en casi cualquier objeto y en suspensión aérea en pequeñas gotas que soltamos al estornudar. No un muy bacteria muy agresiva, pero es oportunista, aprovechando cualquier agujero en las defensas (Ej: heridas en la piel). El problema es que el SARM es resistente a los principales antibióticos que disponemos, las penicilinas, lo que nos hace más difícil su curación. Difícil, aunque para nada imposible porque hay una baterías de fármacos a los que recurrir.
Por otro lado la contaminación de una prótesis no es algo infrecuente. Tenemos reciente el caso del Rey D. Juan Carlos, al que se le infectó la primera prótesis de cadera. Aunque puede ser por mala praxis, generalmente la causa es idiopática porque las bacterias cuando colonizan medios inertes como una prótesis o un catéter crean una película que las protege de los antibióticos y antisépticos siendo casi imposibles de eliminar. Cuando esto pasa hay que quitar la prótesis, poner una temporal que va impregnada de antibiótico y luego se pone una segunda prótesis “definitiva”. En el caso de las férulas, se deben quitar y usar férulas externas, como tobilleras.
Ese mismo año, la mujer de Grant, la cantante canadiense Tamia, fue diagnosticada de esclerosis múltiple, una enfermedad neurodegenerativa muy discapacitante. A día de hoy, tras más de 10 años desde el diagnostico, Tamia apenas ha mostrado signos ni síntomas del avance de la EM. Afortunadamente padece una forma leve de la enfermedad con pequeños brotes y casi sin progresión que puede ser controlada con interferón.
El siguiente curso se lo perdió entero por las secuelas de las operaciones y la infección. En este momento Grant Hill no se planteó la retirada, pese a que solo había jugado 47 partidos en 4 años y había pasado por el quirófano 5 veces por su tobillo izquierdo pensaba que podía seguir aportando al equipo, que ese mismo año quedó último en el Este y eligió con el Nº1 a Dwight Howard. [Y Detroit Pistons ganó el anillo]
En la 04/05 jugó saliendo de titular en 67 juegos para Orlando promediando 19.7 puntos, 4.7 rebotes, 3.3 asistencias en 34,9 min, 29 triples-dobles. A falta de 10 partidos para acabar la temporada regular volvió a sentir molestias que achacaba al desgaste de la temporada y decidió no forzar y descansar.
Desgraciadamente para Hill el año siguiente volvió a estar plagado de lesiones en la ingle y recaídas en su tobillo izquierdo que solo le permitieron jugar 21 partidos a las órdenes de Brian Hill, que ha sido asistente de John Kuester y Lawrence Frank en Detroit. Finalmente se detecta una hernia deportiva izquierda como origen de estas molestias que tuvo que ser operada. Esta hernia está causa por un reparto anómalo del peso entre ambas piernas. ¿Por qué hacia esto? Con un tobillo maltrecho que han abierto cinco veces lo primero es el miedo a que se vuelva a romper y perderse otra temporada, y lo segundo son los malos hábitos posturales para evitar que le duela que seguramente sea cargar todo más peso sobre la pierna derecha desde la cadera. También influye la mala alineación del tobillo con la pierna, que posiblemente le impidiera corregir el centro de gravedad. Esta sobrecarga mantenida durante mucho tiempo produce un desgaste de los músculos abdominales que acaban por dar la hernia deportiva.
Para la 2006/07 Hill tenía que demostrar su valía en la pista porque estaba en su último año de contrato y trabajó de manera intensa en la pretemporada para mantenerse libre de lesiones en un programa de rehabilitación con movimientos rotatorios en Vancouver. Jugó 65 partidos a casi 31 min por noche y 14.4 puntos con un porcentaje de TC de 51.8%, pero con frecuentes parones por lesiones leves o molestias, pero ninguna de gravedad salvo un esguince en la rodilla derecha por el que se perdió 7 partidos. Orlando acabó 8º del Este y fue barrido por un contundente 4-0 por Detroit Pistons. Acabada la temporada, se dispararon los rumores de retirada. La prensa alababa su coraje y sus ganas de luchar, pero le consideraban un jugador maldito por las lesiones que a sus 34 años estaba casi acabado, destacando que en los 7 años que estuvo en los de Florida nunca jugó más de 20 partidos seguidos. El propio Grant reconoce que se lo planteó pero que se vio en un estado decente de salud y decidió seguir intentando jugar.
Aunque inicialmente hizo algunos guiños a Orlando para su renovación, en la agencia libre mostró su interés en cambiar de equipo y aspirar al título. Spurs, Heat, Pistons y Raptors pujaron por el llegando a ofrecer la mid-lever excepción (unos 5.5 millones), pero fue Phoenix Suns quien se llevó el gato al agua con una biannual excepción de 1.8 y 2 millones, el 2º opcional para el jugador. Parece ser que Alvin Gentry, asistente de Mike D´Antoni, fue clave en la operación convenciendo a ambas partes cuando todo parecía indicar que volvería a Michigan donde ya le conocían, era el gran aspirante del Este al anillo y Arnie Kander (Strength and conditioning coach) ya había obrado el milagro McDyess. Tal vez Hill no lo supiera pero en Phoenix tienen a su propio mago.
Grant Hill en su etapa en Orlando junto a un jóven Doc Rivers |
A su llegada a la capital de Arizona, Grant Hill se puso al servicio del Head Athletic Trainer, un jovencito Aaron Nelson, que le dejó muy claro que iba a trabajar mucho con él. La clave de Nelson es el trabajo de recuperación después de los entrenamientos y después de los partidos, y el manejo de los ultrasonidos para tratar el dolor articular y pequeñas inflamaciones musculares. Los resultados son inmejorables: En los 4 primeros años en los Suns solo se perdió 15 partidos, 7 de ellos por una apendicitis complicada y 3 por una lesión en la región inguinal derecha en su primer año. Los números iban decayendo, ahora no era el jugador estrella por el que pasaban todos los balones, pero estaba 30 min en pista cada noche y eso era motivo de júbilo. Casi un sueño
Pero la pesadilla de las lesiones volvió a caer sobre Hill en el 2012. Una serie de constantes dolores e inflamaciones en su rodilla derecha le hicieron perderse 17 partidos y retirase antes de jugar 8 min en 3. Es decir, 20 de los 66 que se disputaron por el lockout.
Ese verano los Suns dieron por terminado un ciclo con la salida de Nash hacia LA y apostaron por jugadores jóvenes, por lo que no renovaron a Grant Hill para liderar esta transición. Pese a que iba a ser el jugador más veterano de la liga, 40 años, recibió varias ofertas de equipos aspirantes al título como Miami, OKC o NY, pero el que se llevó el gato al agua fue Clippers. El inicio con los californianos fue bastante mal: Durante un partido de pretemporada contra Miami en China tuvo una fuerte contusión en su maltrecha rodilla derecha que le alejó de las pistas durante 3 meses. A su regreso a las pistas su rendimiento decayó bastante, ocupando un rol secundario en la rotación jugando solamente 30 partidos.
El 1 de Junio de 2013 Grant Hill anunció su retirada del baloncesto tras 19 temporadas en la NBA. Entre sus logros destaca su ROY compartido con Jason Kidd (quien se retiró 2 días después que Hill), 3 premios Joe Dumars, 1 premio IBM, 7 veces All-Star, medalla de oro en los JJOO de Atlanta, 1 vez en el primer quinteto ideal y 4 en el segundo.
Nunca sabremos si podría haber sido el nuevo Jordan, como se le etiquetó en la etapa universitaria, pero pasará a la historia como un ejemplo de superación y perseverancia. Artículo escrito por @pmmillan
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