Bueno, pues con un récord de 27 victorias por otras tantas 27 derrotas, llegamos al parón del All Star que nos va a venir de lujo. Otra cosa distinta es que sea suficiente. Voy a analizar lo sucedido hasta el momento y lo que espero que suceda de aquí en adelante hasta el final de la temporada. Siempre desde mi humilde punto de vista.
Desde el comienzo de la temporada el objetivo estaba claro. Acceder a los playoffs después de la travesía del desierto, la cual ya viene durando más de lo deseado. Se pensaba desde un principio que la plantilla era insuficiente para tal empresa, pero también se creía que a estas alturas la situación sería peor. No hace muchas fechas, la proyección estimada que diversos medios hacían para la franquicia esta temporada era de 46 victorias por 36 derrotas, balance que sería un exitazo si se produjera, la verdad.
Los primeros partidos arrojaron varias de las claves del gran comienzo del equipo. Un Drummond imparable bajo los aros, mostrándose como un coloso al rebote que es y disipando cualquier duda sobre su liderazgo e importancia en el equipo tras la salida de Greg Monroe. Igualmente, Reggie Jackson se dejó ver en los primeros partidos como el líder que todo equipo aspira a tener en la cancha, con actuaciones individuales espectaculares, especialmente en los últimos cuartos cuando el balón quema. Además de esto, se observó un rendimiento de ciertos jugadores muy superior al que esperaba gran parte del mundillo NBA. Estamos hablando de Marcus Morris, Ilyasova e incluso el rookie Stanley Johnson. Eso sí, un aspecto negativo comenzó a verse ya desde el principio, y es que SVG ha venido manejando una rotación corta, incidiendo mucho en el peso de los titulares, lo que a estas alturas de temporada está empezando a ser acusado. La lesión de Meeks tampoco ha ayudado, la verdad, provocando en KCP muchos partidos de casi 40 minutos de juego efectivo.
Con varios partidos ya jugados, de hecho, se pudo ver y comprobar que la segunda unidad de este equipo es la que menos produce de toda la liga y ése, junto con el porcentaje de acierto en tiros libres (donde los Pistons también son los peores de la liga), son los dos puntos que ha de mejorar el equipo si realmente aspira a la postemporada en esta NBA 2015/2016. A estas alturas, el primero de los aspectos parece haberse corregido ligeramente, pues dentro de la segunda unidad gente como Tolliver o Baynes han aumentado su importancia y rendimiento, además de que Jennings aporta en la cancha una intensidad que el bueno de Steve Blake tiene más problemas para dar. Aunque ojo, ha habido partidos donde Blake lo ha hecho realmente bien y Jennings estar más bien desaparecido. Sobre Jennings hay que decir que para bien o para mal es un jugador menos egoísta y "mandarinero" de lo que antes. No sé si para bien o para mal, pero sí. Tampoco se le ve un tipo feliz, la verdad...
Así las cosas, con 54 partidos jugados, el equipo ha pasado por tres fases bien diferenciadas. Y lo digo sin necesidad de atender a estadísticas ni resultados, sino simplemente a la puesta en escena sobre la cancha. Un primer tramo de la temporada en el que el equipo se podía batir casi con cualquiera y en el que Morris, Drummond o R-Jax asustaban con sus números, quizás muy por encima de lo que casi se podía prever. Un segundo tramo, el más largo, en el que aún jugando bien, las exhibiciones colectivas y personales dejaron de verse tan frecuentemente y el ritmo de los partidos descendió. Con todo y con eso, los resultados acompañaban en la misma medida que en el primer tramo. Y finalmente un tercer periodo que viene durando ya unos 10-15 partidos en los que el equipo está mal, fundido físicamente, lo que se está traduciendo en malas defensas, peores ataques y gestos de "muerte en vida" de algunos jugadores sobre la cancha. No hay más que ver, por ejemplo, cómo sube a veces Drummond al ataque verdaderamente reventado en comparación a los primeros partidos del año o como, por ejemplo, el mismo Drummond concede rebotes defensivos con una facilidad inusitada ante gente menos poderosa que él y en situaciones de desventaja en relación a su posición. El cansancio provoca falta de rapidez y reflejos, ya se sabe, y con 28 partidos aún por delante es un poco pronto para dar ese tipo de señales. Le hacen a uno volverse un poco pesimista, ciertamente.
En resumidas cuentas, quedan 28 partidos. Son muchos. Desconozco si habrá cambios en el roster en los próximos seis días, pero el equipo está físicamente machacado. En los últimos encuentros se le está dando cancha a gente casi inédita hasta la fecha, como por ejemplo a Darrun Hilliard, el cual, por cierto, cumple bien. Sin ir más lejos, frente a los Nuggets metió 9 puntos y dio 6 asistencias y se muestra habitualmente descarado y atrevido, no como sucede con Reggie Bullock. Por otra parte, desde diciembre, Jennings regresó de su lesión pero no está a un nivel físico aceptable todavía. Juega pocos minutos porque si juega más, revienta. No hay más que ver cómo terminó en el primer partido que tuvo de titular sin Reggie en el roster. Diría que es preferible transferirlo, pero no está claro que pueda suceder ni a cambio de quién. Se ha hablado de traspasos por gente que, realmente, no creo que mejorara al equipo a cambio de perder a Jennings, por lo que creo que es posible que termine la temporada con los Pistons.
Por otra parte, equipos como Wizards o Hornets dan la impresión de empezar a despegar, con lo que los Pistons si quieren mantener opciones de playoff no pueden bajar el nivel como en los últimos 10-15 partidos, donde las únicas victorias obtenidas fueron contra los Nets y los Knicks, equipos claramente en decadencia. No soy, evidentemente, muy optimista. Pero tampoco desespero. Quizás se pueda conseguir. Aunque no hay que perder de vista que es el primer año SERIO de la reconstrucción. Para tal empresa, Drummond ha de recuperar sensaciones en defensa y el equipo mejorar las prestaciones sobre todo en las segundas partes, esencialmente en el tercer cuarto, que siempre es nuestro peor momento de los últimos partidos. Si todo depende de estar o no cansados, lo veo complicado.
Veremos a ver qué somos capaces de hacer. Es cierto que a estas alturas antes de empezar el año hubiera firmado este balance, pero tal y como ha ido yendo la competición, ahora mismo sabe a poco.
Go Pistons!
Artículo de José Anido Castiñeira